domingo, 25 de agosto de 2024

Restaurante Posada De Aceña (Quintanilla de Onésimo, Valladolid)


Comida en este fantástico restaurante. Está dentro de una posada pero que el nombre no os haga pensar en un sitio sencillo. Es un fantástico hotel boutique a orillas del rio Duero. 

Pero vamos al restaurante. 

Como compañero de la comida vino Resalte del 2021, vendimia seleccionada. Fresco, sabroso, con mucha fruta y buena persistencia. Se portó bien con todos los platos. 

Nos ofrecen panes de distintos tipos: se seleccionan la torta de aceite (típico de la zona) y uno de varias harinas integrales. 

Primero nos traen un detalle de la casa chorizo marino. Una loncha realizada con pescado pero aliñado como si fuera chorizo. Curioso.

Como entrantes pedimos:

Ensalada de atún curado con strachiatella y fresas escabechadas: ensalada fresca y muy sabrosa con el toque sorpresa de las fresas escabechadas (las fresas y el vinagre se llevan muy bien).

Tallarines de calamar de potera con carbonara de hongos y velo de panceta ibérica. Un mar y montaña rico y que nos deja con ganas de más.

Pero vienen los platos principales

Cochinillo confitado con manzana asada. 

Focaccia de costilla ibérica con pata mulo y encurtidos.

Bacalao confitado con aceituna negra.

Lomitos de lenguado con jugos de crustáceos y fritura de chipirón.

Solo hay que mirar las fotos para saber que todos los platos eran tremendamente estéticos pero además estaban fantásticos: el cochinillo con la piel bien crujiente, los pescados en su punto y las costillas se deshacían en la boca. 

Como postre, y porque no queríamos quedarnos sin probar alguno, compartimos una tarta de piñones  con miel y helado de tomillo. El helado nos encantó.































































Buen sitio para comer y disfrutar de platos de siempre a los que le han dado varias vueltas haciéndolos igualmente apetitosos, muy estéticos y con sorpresas muy gratas. 

Los Chopos (Valladolid)



 Hoy comida en un restaurante clásico con buena materia prima y buena carta de vinos.

Como entrantes un carpaccio de bacalao que no da tiempo ni a hacer una foto (hay hambre) que a su vez viene con un fantástico pan de picos, crujiente y de miga apretada (como todo el pan que suele hacerse en esta zona.

Una ensalada con hoja de roble, buen atún, cebolla y pimientos asados.

Los platos principales ya son individuales: hay chuletillas (¿cómo no?), rabo de toro, solomillos y entrecot. Carnes muy buenas: tiernas, tratadas con mimo y sin grandes aderezos, no lo necesitan, solo sal y emplatar. 

Los postres volvemos a compartir: leche frita, chocolate, otro que creo que era de piñones y, como el dulce no es lo mío, un helado de vainilla junto con un expreso (postre de juventud que aún me sigue encantando). 

Acompañando la comida, dos vinos: Convento Oreja roble de nuestro amigo Antonio (vino impecable. El joven está para tomarse la botella de una sentada) y un Pago de los Capellanes también joven que también hará las delicias a los que estamos en la mesa. 


















Cata en Bodegas Monteabellón (Nava de Roa, Burgos. Ribera del Duero)


Vamos a visitar una  bodega de la   Ribera del Duero,   Bodega Monteabellón.   Además de la visita por toda la bodega, cataremos cuatro vinos y un aperitivo.

La visita es muy agradable y llena de información. La realiza Sandra quien se nota que vive el vino y que conoce la bodega y los vinos muy bien.  




Es una bodega que ya está muy mecanizada. está muy limpia y con ese olor, dependiendo de la sala, a uva, a vino, a madera...

Los vinos fueron




Monteabellón 5 meses en barrica. Muy correcto.




Monteabellón 14 meses en barrica. Muy bueno: goloso, que te deja con ganas de más.




Finca Matambre 20 meses en barrica. Muy, muy bueno. Tremendamente goloso. Acompaña a comida, a dulce, a visitas de amigos, a tertulia, a porque si. 




Finca La Blanquera 24 meses en barrica. Vino fantástico, de los que te dejan pensando en vino. 




Cuando pasan los minutos, el de 14 meses y el de 20 meses se convierten en mucho más golosos, mucho más afables de lo que ya eran. Con el aperitivo se comportan de forma impecable. 





Fantástica visita llena de información y disfrute, combinación ganadora. 

jueves, 8 de agosto de 2024

El Almacén C/ Sueca, 41

 



Nos vamos al barrio de Ruzafa  a encontrarnos con este local,  El Almacén.  Llego antes y,   hace tanta calor que me pido un agua con gas  porque si toda la sed que traigo me la bebo en cerveza o vino,  esta noche salgo a gatas.

Mientras espero, me dedico a leer la carta. No han cambiado mucho los platos pero tengo ganas de probar algunos de los que no he probado.



Para acompañar la cena, un cava (¡cómo no!),  L'Origan Aire brut nature, dado que no viene bien frío, el primer sorbo es desapacible: lo notamos denso y lleno de sabores cítricos. Según se va enfriando notamos esa burbuja fina, más hierbas, suavidad y cremoso. Buen compañero cuando está a buena temperatura.

Pero vamos a los platos.



Unas ostras bloody Mary: una costra aderezada con tomate, chipotle y sorbete de apio. Una vez en mesa, le vaporizan con un poco de vodka. Fresca, bien condimentada, el picante casi ni se nota, no así la frescura del apio. Muy buena.

Burrata con tartar de berenjena. La berenjena estaba escabechada, también había tomate seco y polvo de aceitunas negras. La mezcla de la burrata con todo lo demás, se convertía en bocado llenos de sabor. Muy buen plato.



Edamame con aliño de jengibre y Katsuobushi (las láminas de atún que se mueven con el calor). Los edamame eran muy sabrosos y con el aliño de jengibre, estaban deliciosos. Las láminas de atún le aportaba vistosidad al plato. Muy ricos.



Black bao. Pan al vapor con tinta de calamar, rellenos de calamares y mayonesa kimchi. Los calamares eran como pequeños 'escombros' muy crujientes y con buen sabor a calamar (eran muy pequeños). Con la mayonesa de kimchi (tendré que hacerla en casa) se aliaban a la perfección. Muy buenos.



Llegamos sin más apetito por lo que dejamos el postre para otro día. 

Pedimos unos digestivos y terminamos de disfrutar de una fantástica cena. 

miércoles, 7 de agosto de 2024

Giramón, Taska de barrio C/Duque de Gaeta, 54



Esta noche de sábado vamos a un restaurante muy pequeño que está muy cerca de mi casa. Tiene una cocina sorprendente para el espacio del que dispone para cocinar. Es una cocina de mercado, internacional, y de temporada. 


Como compañero de mesa pedimos un cava: Ancestral Els Vinyerons, un cava natural, nada pretencioso y que es un buen aliado para estos platos que vamos a degustar.

Todos los platos serán compartidos. 



Escabeche cítrico con clóxinas, mojama, yogur y kimchi. Un plato fresco, que invita a seguir con él a grandes cucharadas hasta rematarlo absolutamente. Muy buen plato.


Pedimos un poco de pan y nos traen unas rebanadas de pan de masa madre con patata, el pan de molde inglés (así se le llama en panadería) por excelencia: fresco, consistente, con una miga bien aireada y una corteza diferencial de la miga. Muy bueno.





Seguimos con sardinas con berenjena en conserva y queso feta. De nuevo un plato fresco donde se notan las diferentes potencias de sabor que se intercalan y enlazan en buena armonía. De nuevo, plato fresco que hace disfrutar,


Y rematamos con un cordero deshuesado con tabulé y orejones. El cordero está muy sabroso y tierno, montado en forma de lingote pero de buenas proporciones. El tabulé le acompaña, como todo el mundo sabe, a la perfección y los toques dulces que proporcionan los orejones lo encumbran. Muy buen plato.


No soy de postres pero se pide uno para compartir: melón con espuma de piña colada. De nuevo, plato muy muy refrescante.

Me encanta este local. Volveré siempre que pueda porque siempre me sorprende y me hace disfrutar. 

sábado, 3 de agosto de 2024

Birlibirloque C/ la Paz 7.



Comida casi improvisada y decido volver a este local, fácil, con comida atractiva, grande y céntrico.  Si que nada más llegar, me espanto con carteles de paella. Pero entiendo que con el turismo de la zona y su búsqueda de paellas, tendrán que hacerse notar para que entren en un local que si, tienen arroces, pero tienen otras muchas cosas más apetitosas.


Pero vamos a lo importante. Pese a la carta tan atractiva, nos decidimos por el menú del día para no tener que pensar.


Como compañero de mesa, un cava: Cava de aguja ancestral, Bodega Finca San Blas D.O. Utiel-Requena. Un cava fácil de beber con una burbuja muy fina. Buen compañero.

Como entrantes que no hay que decidir (¡qué bien!) 



Gazpacho de sandía con caballa curada a la sal. Plato refrescante que viene muy bien para el día tan pesado de calor que hace hoy en Valencia.

Terrina de pollo con crema de orejones y pipas de calabaza. Viene sobre una fina tostada crujiente y la crema de orejones le pone algo de alegría a la terrina. Tal vez, estaría bien poner más gotas de la crema de orejones.


Berenjenas a la llama con roasbeef y salsa bearnesa. Las berenjenas, soberbias, el roasbeef, delicioso y la salsa bearnesa me hace remontarme a la juventud. ¡Cuánto tiempo sin tomarla! no se por qué no se utiliza más. La adoro y, para mi, convierte cualquier plato en algo de altura. Buen entrante.


Como platos principales debemos elegir entre un par de arroces, una fideuà, todos ellos para mínimo dos personas o ir a los platos que son individuales: un pescado, una carne o un plato vegetariano.

Pues mi compañera de mesa se va al vegetariano: tallarines de calabacín salteados con pesto, tomatitos cherry y almendras que comenta que están muy buenos. 



Me decanto por el magret de pato con chudney de higos e higos salteados. Plato delicioso con muchos toques dulces (el dulce con la carne de pato me parece un gran acierto). Muy rico.


Me salto el postre porque no soy muy amiga del dulce y me lo cambian por un café del tiempo.



Rica comida en un ambiente distendido.