domingo, 15 de octubre de 2017

29 de septiembre de 2017. La Barra de Rias Gallegas c/ Cirilo Amorós 4 Tf 963525111

Un viernes más y después de una buena caminata vamos a buscar un local donde seguro comeremos muy bien. Hemos tenido que andar mucho porque el local que primero había sido elegido, con la crisis, se había reconvertido en un bar con un menú y sin carta. Así que nos adentramos en la Gran Vía donde Andrés va proponiendo locales...en todos ellos habíamos estado. En uno, que no habíamos estado, nos proponen comer pero en una hora debemos despejar la mesa...demasiado poco tiempo para lo que nos gusta hacer en las comidas de viernes.
Así que amablemente, le cedo un local que estaba en mi lista de locales pendientes. Pese a la hora y no tener reserva, disponen de una mesa (¡bien!) para dos y tomamos posesión de ella. En este restaurante, en la cocina, se encuentra Raúl Barruguer Barrera como jefe de cocina que nos enseñará algo de la cocina gallega que aquí se realiza.
Pedimos un par de cervezas bien frías que vienen con unas papas algo blandas y que nos cambian sin problemas por unas aceitunas. 
Vemos la carta y dadas las horas, todo nos apetece. Vemos los menús que tienen y nos atrae el más barato que parece ser más sorpresivo. Además pediremos algo de la carta porque Andrés se ha quedado con un plato que no es habitual encontrar en las cartas de los restaurantes: paloma torcaz.
Como compañero de mesa pediremos un Cremat  Loire Rosé Brut (nada que envidiar a algunos cavas): con una burbuja muy muy fina, fresco, delicado pero que se bate en duelo con cualquiera de los platos que tomaremos. Nos complace mucho como tercer comensal.
Vamos a los platos.
Salpicón de pulpo y lentejas: una ensalada que viene con unas navajas de lata. Fresco, sabroso aunque con falta de sal que remediamos pidiendo un salero.
Bonito del Cantábrico con tomate y crujiente de frutos secos: Tomate sabroso y bien pelado, el crujiente le daba un contraste al plato y el bonito estaba tremendamente bueno. Venía con escarola que como me irrita la garganta, se la comió toda Andrés.
Crujiente de centollo de ría con chutney de mango. El relleno sabía a pescado de manera potente. Con el chutney se dulcificaba. Creo que hubiese admitido hasta un chutney más especiado aunque igual hubiera quitado protagonismo al centollo. Muy rico.
Dim sum de rape y marisco con caldo de galeras. El caldo era para tomarse un litro a cucharadas: potente, sabroso, con sabor bien definido. El dim sum estaba sabroso y bien relleno. Pero indudablemente lo mejor, el caldo.
Paloma torcaz con higos al vino. Venía troceada, en su punto, tierna, sabrosa. El higo dulzón en bañado en vino contrastaba muy bien con la carne. Un plato redondo.
El siguiente plato era el de carne: lomo de ternera gallega 'madurada'. Debido a que debían de haber servido muchos menús, se les había terminado. Nos sirven un secreto troceado pero viene a un punto de cocción excesivo para nuestro gusto. Se disculpan por no tener el lomo y por la hechura del secreto y nos ofrecen un entrecot de ternera. Este viene como nos gusta: poco poco poco hecho. Carne jugosa, tierna, en la boca se deshace como crema, sabrosa. Viene con unas patatas gajo bien pequeñas y cebollitas. Nos lo devoramos. Para este plato nos hace falta algo más de bebida. Nos sirven dos copas de tinto de Ribera (el que tienen de la casa). Aceptable.
Como postre viene una espuma de queso Cabreiro tibio  con frutos rojos. Para el postre nos ofrecen un vino dulce. Nos decidimos por un Tawny Nyport, que aunque no es un Oporto, hace las veces: suave, delicadamente dulce que con el queso hace un binomio perfecto.
Una vez más, Andrés no toma su consabido ristreto. ¿Volverán las buenas costumbres? Esperemos que si.

15 de septiembre de 2017. Casa Amores c/ Pintor Salvador Abril, 35 Tf 963034726

De nuevo en el barrio de Ruzafa. Vamos a un local que lleva abierto un par de meses y su especialidad: comida mexicana.
Llego pronto aunque me he confundido y me he metido en otro local (La llorona). Es de los mismos propietarios y me indican para llegar sin problemas al local donde he realizado la reserva.
Aún así llego pronto. Dejan que escoja una mesa de dos y me dejan con carta de comida, de cockteles, de bebidas...mucha lectura.
Llega Andrés y ya casi he pensado qué vamos a pedir para comer y casi decidido el tercero en la mesa, el vino.
Mientras termino de decidir, pedimos dos cervezas Bohemia 1903, una cerveza tostada muy sabrosa y que viene bien fría.
Como detalle de la casa nos ponen unos dados de sandía con ralladura de lima y chile: bocado fresco, algo picante y delicadamente ácido que predispone las papilas para la comida.
El tercer comensal será El Quite 2015, un vino del Bierzo de mecía: muy aromático en nariz, con paso ligero pero sabroso y buena persistencia. Como viene con algo más de temperatura de la que nos gusta, pedimos que lo refresquen. Buen compañero.
Y vamos a lo importante. Antes de pedir comento con Nacho (quien nos atenderá casi toda la comida junto a su compañera Sara) si es excesiva comida. Me contesta que vamos bien. Así que al lío.
Como entrantes pedimos un empanadillas de Jaiba picante: empanadilla de cangrejo, cebolla, chile, frutos secos y una salsa de tomatillo verde que quitaba el sentido (picante picante pero que hacen de esta empanadilla una delicia).
Tacos de charales (pescaditos) y frijoles refritos: charales, aguacate, frijoles y salsa de tomatito, cebolla morada, cilantro y chile (algo picante pero no excesivamente). Muy sabrosos y a la vez refrescante.
Minibrioche de langostinos y bogavante con col morada: pequeños panecillos de masa brioche con langostinos y trocitos de bogavante con col, apio y mayonesa de chipotle. Buena combinación.
Como platos más importantes pedimos un mole verde con cangrejo de concha blanda refrito que venía con pequeñas tortillas: un cangrejo muy crujiente con unas verduras (brócoli y espárragos y algunas verduras más) en salsa de mole verde algo picante. Casa quien se montaba un taco con los ingredientes anteriores. Plato delicioso.
Ceviche rojo de corvina con leche de tigre con achiote: trozos de corbina con  aguacate, cebolla roja, crema de maíz picante, cilantro y una leche de tigre con achiote bien picante y alguno quicos que le daban un toque crujiente. Rico rico y rico.
Como postre compartimos un gofre de chocolate con plátano caramelizado y helado de avellana. Postre poco dulce que nos remata el ausente apetito con el que hemos llegado al postre.
Esta vez Andrés no quiere café porque está esperando algo que le he comentado al principio de la comida. Íbamos a tomar un tequila para rematar la comida pero al ver la lista de mezcales...no me resisto. Hace mucho mucho que no tomo uno y Andrés nunca lo ha probado. Decidido. Pedimos dos 'La Puritita Verda'. Antes comento con Sara cómo lo sirven. Pregunto si tienen sal con gusano. Y si tienen así que disponen un montoncito de sal con gusano, un montoncito de chile y trozos de limón junto al mezcal. ¡¡Qué mezcla!! ese sabor, salado, picante, ácido y alcohol junto a ahumado...Esto fue una sorpresa que tuve en Oaxaca. Ahora ya puedo disfrutarlo en Valencia.
Buen sitio para los amantes de lo picante, de la comida mexicana, de los buenos tequilas y mezcales. Volveremos