lunes, 3 de febrero de 2025

Félix Chaqués C/ Roteros, 16 (Valencia)



Comida con amigas que vienen a Valencia y siempre busco intentar sorprenderlas gratamente. Así que me decido por este restaurante. 


Tiene un menú cerrado, teniendo en cuenta intolerancias y alergias, y piden puntualidad dado que todo el restaurante (de apenas 6/7 mesas) vamos a comer al mismo tiempo. 

Pero vamos a lo importante. 

Para acompañar nuestra comida, un cava: Raventós y Blanc Textures de Pedra, un cava de burbuja muy fina, con un sabor agradable y permanencia importante. 

El menú tiene siete pases.




Topinambo, alcachofa, helado de requesón, anchoa y mandarina. Plato fresco, divertido porque cada cucharada tenía una textura y predominaban unos sabores. Nos gustó mucho.





Habitas, leche de almendra, huevas de trucha, granos de granada y raifort (rábano picante). Volvemos a encontrarnos con un plato donde cada cucharada nos va a sorprender con la presencia de unos sabores. Un plato muy fino y agradable,


Salmonete amb bledes (acelgas). Pese a no ser una enamorada de los salmonetes, confieso que este plato me encantó. La unión de salmonete, acelgas y la salsa que los unificaba, daba un resultado soberbio.

Calabaza, sepia, jugo de mujol, yema de huevo, guiso de sepia brutan merlot. De nuevo mezcla que conjugan y realzan entre sí sabores y texturas. 



Arroz de remolacha, cereza, codium y aire de alcaparra. Arroz con ese sabor a tierra que proporciona la remolacha y la sorpresa del mar que siempre se encuentra en el codium. Muy bueno.



Bonito, robellón, chirivía, mostaza e higo chumbo. Fantástico plato con un bonito en su punto y sabores que se asocian a la perfección.




Membrillo, pipa de calabaza, chocolate y helado de stilton. Muy buen postre, nada dulce ni pesado. Un fantástico remate. 



Terminamos con un café.

Buena comida. Para repetir.


San Rafael C/ Mossèn Lajunta, 24 Benicarló (Castelló)



Nos vamos a probar un menú de alcachofas que, como todos los años, se celebra en Benicarló (población productora de alcachofas). Hemos leído los menús y nos hemos decidido por este. Así que vamos un poco a ciegas. 


Para acompañar este menú con las alcachofas que se suelen llevar mal con todas las bebidas, nos decidimos por un cava Rovellats Imperial del 2021, fresco, fácil y que será un buen compañero de comida aunque se peleará con un elemento imbatible, las alcachofas.



Para comenzar, unas alcachofas a la menta sobre babaganush con unos puntos de crema de pimiento morrón y unos crujientes de sésamo. Sabroso y rico plato. El plato lo llamaban Palmira.



Valle de Catamayo: un caldo de choclo, con unos crujientes de alcachofa, un buñuelo de aldana (un embutido) y torreznos. El sabor del plato era muy agradable. La pena es que los elementos crujientes (el buñuelo y los torreznos) al estar sumergidos en el caldo, habían perdido su crujiente. Por lo demás, un plato muy sabroso.




Itsmo de Tehuantepec: flor de alcachofa a baja temperatura con trocitos de ave pibil, sobre migas de pastor y mole manchamanteles (un mole poblano con un picante muy medido). Plato con unos contrastes muy interesante. Sorprendente lo bien que se llevan alcachofas y mole. Será cuestión de probar en casa.





Ratnapura: arroz seco de langostinos, pulpo y setas al estilo Pol Sambol, alcachofas y crujiente de coco. El crujiente de coco adornaba pero no aportaba. El arroz estaba bueno, los tropezones también. Pongamos los peros: habían elaborado el arroz con la paella torcida por lo que en un lado había una capa muy fina de arroz y en la otra más gruesa, lo que produjo que los granos estuvieran un poco pasados de cocción y se les había ido la mano con el aceite.





Monmartre: merluza al horno con alcachofas salteadas, salsa de cava y parmentier ahumado. La idea era buena pero, supongo que por la cantidad de comensales, se les había ido el punto del pescado lo que convirtió el taco en un trozo de pescado seco. 




Chiang rai: bizcocho de almendra, chocolate, mouse de mango y compota de alcachofa con salsa de lima y albahaca. Postre para los muy golosos. 

En general, el menú era abundante y sabroso. Las alcachofas, en todos los platos estuvieron impecables de sabor y textura. Solamente por ellas, bien vale un viaje hasta Benicarló.