domingo, 17 de noviembre de 2019

15 de noviembre de 2019. Hikari Yakitori Bar c/ De Tomasos, 18 (no admiten reservas)

Este viernes vamos a un local japonés. Su filosofía es la de  las tabernas japonesas donde comer a buen precio y con una rotación constante de comensales. Su especialidad son las brasas y los yakitoris (brochetas a la japonesa).
Llego la primera y mientras espero me pido una copa de vino blanco, un godello Grego de Monaguillo: con buena acidez. Correcto. Como si Andrés hubiera estado en la esquina observando y antes de que pueda tomar el segundo sorbo de mi copa de vino, entra Andrés y, claro está, se apunta al vino blanco.
Nos hacen pasar a la parte de dentro del local para que estemos más cómodos. Son pequeñas mesas y pequeños reservados con mesas para cuatro comensales o algunos más.
Nos dejan con las cartas (hay menú al mediodía) y el vino. 
Nos atenderá Adriana y Arantxa (jefa de sala) vendrá a nuestra mesa en alguna ocasión para explicar o comentar algún plato o ingrediente.
Como vino, nos decidimos por un conocido mio (además de conocer al dueño de la bodega): Convento Oreja un Ribera del Duero con buena textura, buen sabor y una permanencia considerable pero lo suficientemente amable como para molestar poco a los platos que vamos a degustar.
Para comenzar pedimos unos edamame con sal y picante (en las mesas hay una bandeja con una mezcla de especias incluida una picante, una pimienta japonesa muy aromática y algo cítrica y más sal maldom por si apetece). Como siempre el edamame es entretenido, delicioso y con el picante, una delicia. Y con el toque brasa, francamente buenos.
Al final nos decidimos porque sea el chef quien decida los yakitoris que vamos a tomar. Esta selección es de 6, así que pedimos doce para completar toda la comida.
Los yakitori vienen de dos en dos por lo que no damos ocasión a que se enfríen.
Los primero son uno de tomate cherry con bacon y una berenjena con sésamo. Tengo un problema con la acidez del tomate y dicha acidez la noto muchísimo más cuando el tomate está cocinado. Así, que si, me como uno de los tomates pero el otro se lo cedo a Andrés. Es un pincho que está bien pero no está hecho para mi. El de berenjena es muchísimo más sabroso, con buen sabor a brasa. 
Los dos siguientes son uno de costilla de ibérico a la barbacoa (sabroso y con una carne tiernísima) y un muslo de pollo (por el sabor a brasa lo hace algo especial)
Uno de sepia con mayonesa yuzu (de los que más me gustaron) y un solomillo con sal maldom (el solomillo no necesita nada más, buen fuego y sal maldom)
Setas shitake (el sabor de las setas asciende unos puntos al pasar por brasa) y muslo de pollo con cebolleta (la cebolleta le añade un plus al pollo)
Costilla de ibérico a la barbacoa (no nos importa repetir este yakitori) y sukine (como una albóndiga de pollo bien especiada que viene con una yema de huevo con la que  hay que impregnar la albóndiga. Yakitori sabroso por las especias y original por lo de la yema).
Y los dos últimos fueron de entrecot de buey con mayonesa de mostaza (de-li-cio-so) y repetimos el de calamar con mayonesa de yuzu. Para mi el par ganador.
Como postre nos pedimos un milhojas  con nata montada con yuzu y jengibre. Para mi que no soy golosa, me pareció un postre divino: las hojas masa filo  muy crujientes y poca cantidad  lo que lo hace muy ligero y esa nata con el toque picante del jengibre y la acidez dulzona del yuzu se vuelve soberbia. Muy buen postre.
Andrés pretende tomar café, pero aquí no sirven café. Por lo que nos pedimos ambos un té verde. Pero para redondear la comida pedimos unos digestivos: un sake (Taru sake) para mi, tremendamente ligero y aromático y un licor de cerezas para Andrés.
De la carta faltan por descubrir muchos otros platos, así que volveremos, aunque sea por separado.

martes, 12 de noviembre de 2019

25 de octubre de 2019. Origen C/ Martín el Humano, 2 Tf 963855003 - 647622926

Si, si, seguimos por aquí aunque a veces parece que ya no estamos en la búsqueda de nuevos locales. Nada de eso. Seguimos aunque los aparatos electrónicos se pongan en nuestra contra, aunque el trabajo se ponga complicado en horarios para salir a comer el viernes, aunque las vacaciones, las catas, los viajes de placer y la familia nos lo pongan un poco difícil. Seguimos.
Este viernes hemos ido a un local que lleva unos meses abiertos (cinco para ser exactos). El local antes fue ocupado por otro restaurante de corte más clásico en cocina. Bueno, no me adelanto.
Llego la primera y me dejan elegir mesa. Pido una cerveza (me traen una 1906 con aceitunas y encurtidos) y me dispongo a esperar.
Beni es quien está al tanto de las mesas. Paco está al mando de los fogones (es el chef y ha estado en restaurantes tan atractivos con Tastem y Komori así que su 'vena' japonesa debe salir en sus platos). Les pido las cartas para ir confeccionando nuestra comida.
Cuando abro la carta de vinos me quedo con uno que hace mucho que no invitamos a nuestra mesa: Santa Rosa del 2016 Un tinto de la D. O. Alicante elegante, sabroso, tranquilo pero presente. Nos encanta.
Y vamos a lo importante.
Fuera de carta nos ofrecen un ceviche de berberechos con huevas de tobilco (huevas de pez volador): ceviche diferente con unos berberechos de buen calibre y sabor. Plato fresco y sabroso.
Deliciosas vieiras glaseadas con verduras al wok: el plato es estéticamente precioso pero además las verduras están al dente y con profundo sabor en cada una de ellas. Las vieiras ¡tremendas!
Impresionante steak tartar de solomillo de frisona con tuétano a la brasa. Plato para los amantes de la carne, carne y que tengan buen apetito. Es un plato para compartir y yo diría que entre más de dos personas. Está soberbio pero es potente.
Entrecot: lomo bajo de vaca frisona con 45 días de maduración. Viene en su punto (bueno, en el punto que nos gusta...casi cruda pero no fría), tierna, muy tierna y muy sabrosa. Buen plato de carne.
Como estamos excesivamente llenos para ir a un postre potente nos animamos con una manzana granny Smith: un trampantojo de manzana con helado, buena acidez y refrescante. Damos buena cuenta del postre. Nos lo acompañan con un Oporto Dow's Late Bottle Vintage Port del 2011 que si la memoria no me falla, nos gustó.
Andrés remata la comida con un ristreto pero nos decidimos por algunos digestivos: Zarate, aguardiente de hierbas para Andrés y un whisky japonés Nikka para mi que me enamora.
Buena comida, buen hacer y entusiasmo, todos buenos ingredientes para hacernos disfrutar.