lunes, 19 de octubre de 2020

16 de octubre de 2020. Galipán espai culinari c/Conde Altea, 13 CP 46005, Teléfono 960708313

Este viernes vamos a comer en un local de cocina fusión. Mezclan cocina latinoamericana, asiática y mediterránea pudiendo encontrar platos habituales en estas cocinas. 

Llegamos juntos (si, algo inaudito) y tenemos una mesa cerda de los ventanales. Juan Carlos, dueño y la persona que nos atenderá durante toda la comida, nos indica que lo que en este local se anima a compartir los platos para poder degustar recetas diferentes. No hace falta que nos anime a ello, nos encanta compartir platos y así llegar a probar más sabores.

Nos pedimos unas cervezas mientras inspeccionamos la carta. Estas vienen con unas aceitunas aliñadas. 

Como compañero de mesa pedimos un vino valenciano, Bobal en Calma 2018. Como su nombre indica es un vino ligero, fácil, sin aspiraciones a ser el actor principal de la comida. Buen acompañante para no apoderarse de los platos.

Y vamos a lo importante.

Ceviche de corvina. Un ceviche con una excepcional leche de tigre: sabrosa, con toque de picante, muy aromática. Como curiosidad: la batata viene al dente y en dados lo que hace un toque crujiente muy interesante sin perder el dulzor habitual. El contra es que el maíz son nuestros conocidos quicos y no sus choclos o sus cancha. Aun así, altamente recomendable. Viene acomapañado de pan tostado y totopos.

Pulpo a la brasa con acompañamiento de puré de batata. Francamente bueno. Muy tierno y muy asado lo que potencia su sabor. 

Saquitos crujientes de cordero: saquitos de masa brick rellenas de trozos de cordero bien guisados, muy sabrosos, tierno y delicioso sabor. Nos encantan.

Gyozas de rabo de toro. Las típicas empanadillas japonesas, rellenas de nuestro típico rabo de toro y sobre la salsa del guiso del rabo de toro. Para repetir y repetir este plato.

Tartar de atún.  Cubitos de atún aderezados con mahonesa de wasabi, soja dulce y piña (si, piña y le va como anillo al dedo), cebolla crujiente y guacamole. Muy muy bueno.

Entrecot de vacuno al grill. Viene acompañado de yuca frita y emulsiones de distintas salsas más o menos picantes. Como nos gusta el picante, le pedimos algo más subido de tono. Nos trae una salsa de habaneros que hace la delicia y le va a la carne (y a lo que sea) fantásticamente bien.

Y llegamos al postre. Tenemos una panacota de chocolate blanco (que hace las delicias a todos los golosos), un mouse de café (fina y deliciosa como siempre) y un tremendo mouse chocolate negro (sólo para amantes del chocolate negro).

Para acompañar estos postres nos invitan a un digestivo. Andrés se inclina por un ron venezolano y yo por un bourbon. 

Esta vez, y sin que sirva de precedente, Andrés no remata la comida con su consabido ristreto.

Buena y divertida comida con un recorrido gastronómico por distintos platos pertenecientes a distintas cocinas.


 

domingo, 18 de octubre de 2020

25 de septiembre de 2020. Manaw c/ Adressadors, 10 Tf 960691632

Este viernes vamos a comer en un local con cocina nikkei, la mezcla sensacional entre la cocina japonesa y la peruana. Es un local no muy grande en pleno centro de Valencia y rodeado de muchas franquicias. 

Llego apenas unos minutos antes que Andrés y nos disponemos a disfrutar dejándonos llevar por las propuestas que nos sugieran.

Quien nos atiende nos propone que degustemos el menú gastronómico que tienen. Lo leemos y nos parece estupenda propuesta. Para acompañar el menú,  nos decidimos por un cava que siempre es un buen amigo con cualquier plato. Es un cava natural Els Vinyerons Pregadéu ancestral Xarelo 2018, un cava ligero, fresco, fácil y que no intenta (ni por asomo) llevarse el protagonismo de la comida. Buen compañero.

Y vamos a lo importante.

Comenzamos con un pisco sour con albahaca y jengibre: fantástico pisco sour, más fresco que el clásico y con un toque picante que lo hace muy interesante.

Yema de huevo a baja tempertura con crujiente de pan bao y salsa sukiyaki (salsa de soja, vino de arroz, azúcar y especias. El resultado es una salsa con sabor fuerte con un toque dulce). Plato delicado pero muy sabroso. Comenzamos bien.




Tiradito poblano de vieiras braseadas con salsa de tomatillos verdes. Las vieiras en su punto, poco hechas para que mantengan su textura y sabor y pese a lo delicado de su sabor, este ensambla a la perfección con la sopa sobre las que están dispuestas. De nuevo el toque picante del plato nos sigue anclando a los sabores peruanos. Fantástico plato.

Causa de pulpo con puntos de mayonesa japonesa y de aceitunas de botijo. Causa más sabrosa que la usual de atún. Muy rica.

Gyozas de langostinos y queso en salsa del norte de Perú: deliciosas gyozas bien rellenas con una espesa salsa con potente sabor a asado. Deliciosas.

Y vamos a los niguiris.

Salmón soasado con teriyaki y mayonesa japonesa con huevas de ¿trucha?. De  un bocado, maravilloso donde al ahumado del salmón está presente sin saturar el bocado. Además, viene a una temperatura fantástica.

Filete de boquerón marinado. Delicado y con un fantástico sabor.

Y llegamos al plato fuerte: bacalao negro en miso y packchoi a la llama. El bacalao es una delicia: tierno, sabroso e invita a seguir y seguir. Vicioso como él solo.

Niguiri de atún con crujiente de espárrago (en tempura) y más cosas que no recuerdo. Pero si, estaba delicioso.

Y llegamos al postre: un milhojas de membrillo y queso al jengibre. Crujiente, cremoso, dulce y picante ¿se puede pedir más? pues sí, unas mistelas para acompañarlo.

Andrés remata la comida con su consabido ristreto. Mientras apuro la última media copa de cava.

Al final, tenemos una muy agradable conversación con Miguel, uno de los chefs del local. Me gusta mucho este local y me gusta mucho lo que hacen. Seguro vuelvo muchas más veces.