martes, 19 de marzo de 2019

1 de marzo de 2019. Petit Gourmet c/ Burriana, 26 Tf 960084773

Y este primero de marzo vamos a un local que lleva abierto apenas un mes. 
Llego la primera y observo, al entrar, que efectivamente el local es nuevo: blanco impecable, alguna mesa ocupada pero todo como recién estrenado. Como su nombre indica, es cocina francesa.
Se compraron cuatro pax para esta comida en una oferta que publicaron en groupon, suponemos que para darse a conocer. Y se compraron cuatro porque para esta comida íbamos a ser cuatro. Digo íbamos porque al final sólo fuimos tres pero nos sirvieron los cuatro dado que estaban pagados de antemano.
Me dejan escoger la mesa y mientras espero me tomo una copa de champagne Pelletier: muy afrutado y con burbuja imperiosa. 
Llega Andrés y con su acompañante, sólo uno, y nos ubicamos en una mesa de cuatro (yo había escogido una de dos porque no sabía cuántos íbamos a ser en la comida -sabéis que esto no es habitual-).
Nos dejan las cartas dado que cada bono de groupon correspondía  a, por cada dos comensales, una ensalada, un entrante (estos platos para compartir) y dos principales individuales así como dos postres y una botella de vino. Al tener dos bonos nos corresponden dos ensaladas, dos entrantes y cuatro principales, cuatro postres y dos botellas de vino. Si, mucha comida.
Comenzamos con un vino blanco Juan de Juanes, vino con denominación Valencia de los vinos de ANECOOP, vino ligero con poco cuerpo y una acidez aceptable. Desde luego no entrará en competición con los platos.
Nos dejan cambiar una de las ensaladas por otro entrante. Así que vamos a por el banquete. Ensalada Perigourdine: algo de verde, nueces, tomates cherry, molleja confitada y jamón de pato con una buena salsa. Ensalada interesante sobre todo cuando el bocado iba acompañado por un trozo de una deliciosa y tierna molleja confitada.
Como entrantes pedimos un tartar de vieiras con crema de guisantes: francamente delicioso, sobre todo la crema de guisantes que estaba delicada, fina y que acompañaba suavemente a las vieiras.
Tartar de solomillo de ternera con su yema. Muy buena carne, bien cortada, bien aliñada y que la yema redondeaba el bocado. Por poner un pero, podrían haberle dado un toque más picante y menos mostaza. Aún con este pero, muy bueno.
Foie gras con tres confituras. Lo que en otros locales llaman micuit. Casero, bien elaborado, de fantástico sabor. Plato excelente.
Y vamos a los principales. Estos vendrán con la botella de vino tinto: Glorioso del 2015 un rioja 100% tempranillo de las bodegas Palacio. El color es limpio e intenso. En nariz saca algunas frutas rojas maduras. En boca es más revoltoso: entrada brusca pero se reconvierte en algo dulzón, con una permanencia media y limpiando las papilas a cada bocado. Pero vamos a los principales.
Magret de pato con frutos rojos y parmentier. Muy bien elaborado: crujiente por fuera (con unos cortes bien profundos lo que han hecho que la grasa desaparezca y tueste muy bien la piel y el calor llegue a la carne), tierno, jugoso y con el corazón rosa. Muy buen plato.
Entrecot de Maitre de Hotel: tierno entrecot al que le han dejado caer varios trozos de una mantequilla en pomada condimentada con ajo, sal y limón. Esto hace que el entrecot tengo un delicioso sabor y cremosidad. Viene con un puré de patata con trufa. Muy buen plato.
Buey bourguignon con vino de Borgoña. Soberbio guiso de carne de buey con vino de Borgoña. Los trozos de carne tierno, sabrosos. Lástima que el apetito no nos llegue... Fantástico plato.
Navarin de cordero: guiso de cordero con verduras y hortalizas, un guiso de primavera que se elabora con cordero. Y de nuevo, es un fantástico plato pero el hambre hace rato que abandonó nuestra mesa. De hecho nos lo ponen en un envase para llevar. 
Seguimos con los cuatro postres. 
Tremendos ecler de chocolate. Si no los has probado y te gusta el chocolate, no dejes de pedirlos. 
Tarta de profiteroles con nata. Para los amantes de las tartas, lo dulce, la nata y los profiteroles.
Crepe de tres chocolates. Otro postre para los amantes de lo dulce, del chocolate (pero dulce) y los crepes.
Mango. Este postre fue para disimular porque a estas alturas estábamos entrando en una especie de orgía romana gastronómica.
Andrés remata la pantagruélica comida con su consabido ristreto. Le acompaño con uno de los mejores vaqueritos que me han servido: vaso de buenas dimensiones, para mover bien el bourbon, con el bourbon y en otro recipiente unos hielos para que eligiera cómo y cuántos quería. Muy bien.
Buen sitio para degustar cocina francesa, buenos guisos muy interesantes.











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