13 de julio de 2018. Dando Leña c/ Sueca, 46 Tf 605248980

De nuevo en el barrio Ruzafa a buscar un local que tiene buena pinta. Dicen que están reinventando la brasa. Vamos a comprobarlo.

Llego la primera y temprano. Me dejan elegir una mesa de dos entre todas las que están libres (en este momento, todas). Escojo una, me pido una cerveza San Miguel selecta (una tostada muy sabrosa) que viene con unas papas. Me quedo leyendo las cartas y esperando que llegue Andrés.

Llega Andrés y mientras se bebe una caña de cerveza, pido la comida. Lo tengo decidido. 

Como compañero de mesa va a ser un vino blanco, Montenovo, un Godello de Valdeorras con buena entrada y mejor salida: es cremoso y creo que va a quedar muy bien en el menú.

Tienen tres menús diferentes de degustación, además del menú del día y la carta de platos. Me he decidido por el menú Dando Caña, es el más largo pero me dicen que los platos no son muy grandes y da una visión mejor de lo que hacen en este restaurante. 

Y vamos a ello.

Tartar de atún con mayonesa de chiles torrados y cacahuete cítrico: buen plato, sabroso con toque picante pero sin excesos. Muy refrescante.

Paté de hígado de pollo a la brasa con hinojo confitado: el paté estaba delicioso. Viene con unas rebanadas de pan tostado. Al final nos lo comemos a cucharadas. El plato que más le gustó a Andrés.

Humus de alcachofa con mojama, lágrimas de pimiento y crujiente de sésamo kimchi: para mi, el mejor plato de todo el menú. El humus era equilibrado, con buen sabor a alcachofa, cremoso. Los tropezones de alcachofas crujientes le daban textura. La mojama le daba un toque salado que le venía muy bien al toque anisado que tiene el plato. La sorpresa del pimiento lágrima era eso, una sorpresa refrescante. Un plato impresionante. Para no perderselo.

Albóndigas de vaca madurada con ñoquis fritos y tallarines de zanahoria: tal vez el plato menos conseguido pese a lo rico de la salsa y de los ñoquis. Las albóndigas habían sufrido una sobre exposición a fuego o a calentado y estaba la carne demasiado apelmazada.

Cazuela de puerros a la carbonara: plato contundente. Los puerros ponían el toque ligero al plato porque la carbonara era eso, carbonara: yema-huevo, bacon y queso. Para buenos comedores.

Ventresca de atún a la brasa. una ventresca asada sin más lujos que ser ella y luego cortada en filetes sobre unos cogollitos también asados. 

Mollejas de ternera a la brasa con parmentier y encurtidos: mollejas bien asadas sobre un parmentier  (más bien puré rústico) y algún encurtido para aligerar el plato. Necesitaba volver a comer buenas mollejas y bien hechas para volver a congratularme con este plato después de una nefasta experiencia hace un tiempo. A Andrés le ocurre lo mismo. Nos volvemos a enamorar de las mollejas.

Y llegamos al postre: cremoso de cacahuete con dulce de leche, rocas de chocolate y helado de dulce de leche postre contundente pero las rocas y el helado saben a gloria.

Andrés ya hace platos que los está acompañando con agua con gas porque está muerto de calor y de sueño.Ahora remata la comida con un expreso bien cargado.

Además nos invitan a unos digestivos: Andrés toma un orujo y yo me decanto por un whisky.

Sitio divertido, con divertida e interesante comida.