Este viernes vamos al restaurante del Palau Alameda, Àtic. Lleva abierto apenas un mes. Vamos a ver qué se cuece.
Llego pronto. No encuentran la reserva de Andrés por lo que me quedo en la barra tomando una cerveza, una mahou que no viene muy fría. Enseguida vienen a decirme que ya está claro lo de la reserva y me sientan en una mesa, en la terraza cubierta que tienen. El sitio es acogedor, fantástico, bien decorado, como informal pero no. Aunque dado que es al aire libre, no hay aire acondicionado...de momento, en Valencia hace mucho calor para estar en una terraza cubierta. Supongo que lo irán solucionando con el tiempo... y algunos difusores de agua...
Llega Andrés y tras pedir permiso para el descorche, viene con una botella fresquita para que hagamos una cata y ver como reacciona con esta nueva cocina de autor. Se trata de un monovarietalde uva syrah elaborado en la Finca Élez de la Bodega Manuel Manzaneque de la añada 2009 es el que fue obsequiado a los asistentes de la ceremonia de celebración de los 25 años de la bodega sita en el Bonillo (Albacete), propiedad de una familia que pese a estar dedicada al mundo del teatro hizo realidad la idea de crear un viñedo y una bodega a tan solo 80 km de su tierra natal, elaborando el primer vino de pago de Castilla la Mancha (año 2002)
Se trata de un vino de guarda, pues la celosa seleccion de los mostos hace que no se embotellen todas las añadas, por lo que pese a la edad (2009) mantiene un fantástico color picota (sin ir a tejas ni por asomo).
En nariz desprende eucalipto, césped y frutas algo ácidas.
En boca es goloso, con fantástica acidez y al final deja un regusto algo dulzón.
Se trata de un vino de guarda, pues la celosa seleccion de los mostos hace que no se embotellen todas las añadas, por lo que pese a la edad (2009) mantiene un fantástico color picota (sin ir a tejas ni por asomo).
En nariz desprende eucalipto, césped y frutas algo ácidas.
En boca es goloso, con fantástica acidez y al final deja un regusto algo dulzón.
Como platos nos decantamos por el menú Apertura, maridado, que han diseñado para estos momentos iniciales del restaurante (el chef Nicolás Román). Durante toda la comida nos atenderá Estefanía, una camarera colombiana muy dispuesta a contestar amablemente todas nuestra preguntas y dudas, ya que en este momento carecen de somelier y de bodeguero.
Sardinas repensadas: trocitos de sardina maridada sobre escalibada con una vinagreta de ponzu y bolitas de melón. Plato refrescante y lleno de matices. Buen comienzo. Habíamos pedido una copa de vino blanco antes de pedir que nos maridaran los platos. Así que tenemos un albariño Pazo de San Mauro: fácil pero con una acidez que compite a la perfección con la vinagreta del plato.
Tiradito de corvina con curry verde, crema de aguacate. Fantástico plato que nos hace desear que no fuera tan pequeño. Este plato viene con Sommos Colección Gewürztraminer, un somontano intenso, floral pero nada pesado y Estefania nos pone la copa del vino que venía con el anterior plato AC La Rodetta, un rioja elaborado con moscatel y viura, con poco alcohol y agradable (pensamos que elaborado para atraer al público que aún no se ha enamorado del vino).
Carpaccio de picanha madurada y trufa negra. Es un bocado delicado, sabroso y lleno de matices. Este plato viene maridado con cerveza: Mahou barrica (barrica de roble). Interesante. Aunque prefiero el syrah de Finca Élez.
Fantastico taco de merluza sobre puré de berenjena a la llama, hinojo y eneldo. La merluza estaba de escándalo, en su punto y muy muy sabrosa. Viene con un chardonay de Enrique Mendoza. Sigo con mi syrah.
Plato de carne: estofado de carne elaborado con cerveza y con unas patatas. La carne está muy muy tierna. La salsa es sabrosa, muy sabrosa y potente. Viene con un Ramón Bilbao del 2015 Edición Limitada.
Y llegamos al postre. Cromatismo verde: texturas de gelatina, dados de kiwi, crema de aguacate dulce, lima, esponja de lima y hierbabuena y helado de yuzu. ¡Impresionante! Refrescante, juguetón y lleno de texturas y sabores. Viene con The End, vino de hielo de Dominio de la Vega, elaborado con uvas congeladas. Preferí de nuevo seguir con el syrah.
Andrés remata la comida con un expreso mientras apuro los últimos sorbos de mi syrah.
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