martes, 4 de junio de 2024

Días en Castelló

He pasado cuatro días en Castelló. Necesitaba descansar y tomarme un fin de semana largo y que mi cabeza se aireara. Vamos, recargar pilas. Así que por las facilidades que tenía por cercanía, allá que voy.

Había pedido indicaciones sobre restaurantes que estuvieran bien y con ellas y con lo que fui buscando, me ha quedado un fin de semana de lo más gastronómico.



El primer día, fuimos al Grao de Castelló a La tasca del Grao. Luego me he enterado que ya no es lo que era. El local es muy grande, lleno de pequeños saloncitos lo que lo hace lo más agradable. Paneles de madera en las paredes, mesas bien vestidas y camareros supervisando que todo esté correcto, así como el chef que también va por las mesas hablando y recogiendo impresiones. Eso si, precios importantes en todo: platos y bodega. 

Comenzamos con unas anchoas: un plato con un crujiente de anchoa con su espina y el otro con una anchoa sobre un tomate confitado. Anchoas jugosas, bien de salazón. El crujiente estaba muy muy bueno.

Puntillas con ajetes, habas y alcachofitas. Las habas estaban muy tiernas (de hecho estaban crudas y me llevaron a la infancia, a pelar habas en casa y despistar más de una en mi boca), los ajetes siempre le aportan sabor y las alcachofas, bien, pero podrían no ponerlas para que no se apoderaran del sabor del bocado cuando estaban presentes.

Unas clóchinas al vapor. Plato siempre bueno cuando están poco hechas, como era el caso.

Unas zamburiñas asadas. Muy ricas.

Rodaballo al horno con su majado de ajos y verduras asadas. El punto del pescado impecable.

No soy de postres pero hubo una panacota enterrada en mermelada y un helado de vainilla con un café bien fuerte. 

Todo ello acompañado de un cava Juve Camps.

El segundo día, y después de pasear por la ciudad, visita a la tienda de vinos de Teresa (La Cambra dels Vins). Pudimos ver la tienda y todas las actividades que realiza. Y nos indicó un restaurante que a ella le parecía muy muy recomendable. Así, que siguiendo sus indicaciones, hicimos reserva y comimos en el restaurante Galicia. Una comida fantástica, tanto que tuvimos que volver para tener alguna foto de sus platos. 

Para acompañar la comida tomamos un AT Roca, cava que siempre convence y enamora.

Tomamos unos berberechos. Bien hechos, de buen tamaño pero les faltaba el caldito y les sobraba la lechuga para adornar el plato. Ellos solos adornaban muy bien el plato.

Unas zamburiñas. Estaban mucho mejor que las del día anterior. Bien planchadas pero jugosas y con un sabor delicioso.


Unas fantásticas huevas con una impresionante salsa mery (no me gusta mucho esta salsa pero esta vez venía con mucho perejil y poco ajo, todo muy triturado. Muy muy buena).

La segunda vez que estuvimos, pedimos clóchinas. En su punto.

Y un pescado, bacalao, a la plancha que una vez más tenía un punto impecable.


El tercer día teníamos concertada una visita a la bodega Roques Negres. Nos recibe Juan Carlos Pavia. Recorremos el viñedo y la pequeña bodega donde probamos su blanco Les Mares, un blanco 100% garnacha que está espectacular. Se une Toni Albiñana. Luego nos agasajan con otros vinos de su bodega y unos fiambres para no perder la compostura. Una visita muy agradable, con buenos vinos, buena compañía y una amena conversación.

Terminada la visita a la bodega, porque teníamos reserva en un restaurante y ellos compromisos, y nos dirigimos a Mas de Picando, restaurante en el mismo Les Useres.





 

Entramos y parece un bar pero luego hay un salón restaurante de tamaño comedido. Vemos la carta y las sugerencias y elegimos varias de las sugerencias. Para acompañar la comida pedimos un vino blanco: Blanc de Clotás con macabeo y tortosí y algo de barrica de la bodega de Vicente Flors (que queda pendiente una visita). Un blanco para paladear pero que se comporta  muy bien con la comida. 



Tomamos un tartar de gamba de Huelva. Plato delicado y con una buena presencia de gambas.

Tomate con ventresca y helado de pepino. El helado hace que el plato suba varios puntos en el disfrute. Muy buen plato.

Un plato de cecina. Bien curada y de muy buen sabor.


Me traen un plato de pan con alioli que han pasado por el horno. Consigue que me zampe varios trozos.

Alcachofas con torreznos y salsa de las alcachofas. Pese a que los torreznos se merecían un poco más de crujiente, el plato estaba tremendo. 

Y para rematar (y rematarnos) un entrecot con algo de verdura y patata asada. Para nuestro gusto, excesivamente asado. 

Días en Castelló visitando locales recomendados y bodegas pero se han quedado muchos en el tintero, así que habrá que volver.


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