domingo, 18 de octubre de 2020

25 de septiembre de 2020. Manaw c/ Adressadors, 10 Tf 960691632

Este viernes vamos a comer en un local con cocina nikkei, la mezcla sensacional entre la cocina japonesa y la peruana. Es un local no muy grande en pleno centro de Valencia y rodeado de muchas franquicias. 

Llego apenas unos minutos antes que Andrés y nos disponemos a disfrutar dejándonos llevar por las propuestas que nos sugieran.

Quien nos atiende nos propone que degustemos el menú gastronómico que tienen. Lo leemos y nos parece estupenda propuesta. Para acompañar el menú,  nos decidimos por un cava que siempre es un buen amigo con cualquier plato. Es un cava natural Els Vinyerons Pregadéu ancestral Xarelo 2018, un cava ligero, fresco, fácil y que no intenta (ni por asomo) llevarse el protagonismo de la comida. Buen compañero.

Y vamos a lo importante.

Comenzamos con un pisco sour con albahaca y jengibre: fantástico pisco sour, más fresco que el clásico y con un toque picante que lo hace muy interesante.

Yema de huevo a baja tempertura con crujiente de pan bao y salsa sukiyaki (salsa de soja, vino de arroz, azúcar y especias. El resultado es una salsa con sabor fuerte con un toque dulce). Plato delicado pero muy sabroso. Comenzamos bien.




Tiradito poblano de vieiras braseadas con salsa de tomatillos verdes. Las vieiras en su punto, poco hechas para que mantengan su textura y sabor y pese a lo delicado de su sabor, este ensambla a la perfección con la sopa sobre las que están dispuestas. De nuevo el toque picante del plato nos sigue anclando a los sabores peruanos. Fantástico plato.

Causa de pulpo con puntos de mayonesa japonesa y de aceitunas de botijo. Causa más sabrosa que la usual de atún. Muy rica.

Gyozas de langostinos y queso en salsa del norte de Perú: deliciosas gyozas bien rellenas con una espesa salsa con potente sabor a asado. Deliciosas.

Y vamos a los niguiris.

Salmón soasado con teriyaki y mayonesa japonesa con huevas de ¿trucha?. De  un bocado, maravilloso donde al ahumado del salmón está presente sin saturar el bocado. Además, viene a una temperatura fantástica.

Filete de boquerón marinado. Delicado y con un fantástico sabor.

Y llegamos al plato fuerte: bacalao negro en miso y packchoi a la llama. El bacalao es una delicia: tierno, sabroso e invita a seguir y seguir. Vicioso como él solo.

Niguiri de atún con crujiente de espárrago (en tempura) y más cosas que no recuerdo. Pero si, estaba delicioso.

Y llegamos al postre: un milhojas de membrillo y queso al jengibre. Crujiente, cremoso, dulce y picante ¿se puede pedir más? pues sí, unas mistelas para acompañarlo.

Andrés remata la comida con su consabido ristreto. Mientras apuro la última media copa de cava.

Al final, tenemos una muy agradable conversación con Miguel, uno de los chefs del local. Me gusta mucho este local y me gusta mucho lo que hacen. Seguro vuelvo muchas más veces.


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