Año nuevo y recuperando buenas costumbres: nos vamos de comida de viernes. Este es un viernes raro porque muchos locales han cogido unos días de vacaciones después de unas navidades (espero) llenas de trabajo. El local al que vamos, abre hoy después de esos días de vacaciones.
Llego la primera y en esta comida vamos a ser tres lo que explicará la cantidad de platos que vamos a degustar. Me pido una copa de vino blanco (un verdejo sin complicaciones) que viene con unas papas. Pese a ser el primer viernes después de todas las fiestas, está casi lleno (y se llenará a lo largo de la comida). Ahí me entero que al mediodía sólo sirven menú. Es por la noche cuando se puede pedir de carta. Aún así nos quedamos. Pese a que pregunto si tendrían algún plato de la noche que pudieran servirnos en la comida, no es posible. Vaya.
Leemos detenidamente los primeros platos y los principales y componemos nuestra comida, decidiendo que vamos a compartir todos los platos.
Para acompañar y dada la variedad de sabores y porque si, porque me parece siempre una bebida que combina con cualquier cosa, me decido por un cava. No disponen del que había decidido que fuera nuestro cuarto comensal. Nos proponen un rosado de Juve Camps Brut Rosé: delicado pero con una buena persistencia sin estridencias. Bien, nos lo quedamos.
Pero vamos a lo importante.
Como entrantes nos pedimos:
Croquetas de cecina de León con queso Idiazabal y mayonesa de piparras dulces. Las croquetas tenían un potente sabor a cecina y se encontraban buenos trozos de cecina a cada bocado. Muy buenas croquetas, eso si, contundentes.
Alcachofas confitadas con jamón y huevo. Estamos en temporada de alcachofas y confitadas siempre son un placer. Además en este plato venían acompañadas por dos firmes aliados: jamón y huevo. Un plato muy rico.
Ensalada con queso de cabra, morcilla, con leche de coco y tierra de salazón. Una ensalada muy potente con buenos trozos de queso de cabra y unas láminas de morcilla. Interesante.
Como platos principales y después de mucho pensar nos tomamos nuestra tercera fideuá desde que tenemos los blog de locales de Valencia (www.elmiercolestoca.com y www.elviernestoca.com) y ha llovido un poquito desde que empezamos. Los platos elegidos fueron un solomillo a la brasa con demiglase trufado: tremendamente tierno y sabroso, muy sabroso.
Y fideuá de pato confitado y ajos tiernos (que tenían que ser al menos dos comensales): bien, no es la mejor que hemos probado pero la verdad es que no dejamos ni un fideo ya que estaba bien presente el pato (tierno y sabroso) y los ajos tiernos estaban al dente por lo que le aportaban frescura al plato.
Como postres nos pedimos un chocolate con galleta (para amantes del chocolate con leche y el dulce dulce dulce), bizcocho de zanahoria con amareto y nueces (bien pero dulce, dulce y más dulce) y una cremoso de aguacate con lima con crumble de semillas (el menos dulce de todos. El más ligero).
Andrés remata la comida con su consabido ristreto. Nos tomamos unos digestivos: aguardiente blanco, mistela y vaquerito de Jack Daniels.
Para ser una comida de menú no ha estado nada nada mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario