lunes, 1 de octubre de 2018

24 de agosto de 2018. L'Encis c/ Felix Pizcueta, 13 Tf 960 64 45 54

Por fin podemos volver a nuestras comidas de viernes. Esta vez vamos a un local que lleva abierto desde enero. Aunque los dueños son de familias hosteleras, esta es su primera andadura en un restaurante.

Pero vamos a lo nuestro. Como casi siempre, llego la primera. Hace tanto calor que no me apetece callejear por Valencia (estoy en zona de tiendas). Así que voy a esperar a Andrés dentro del restaurante.

Me recibe Enrique (quien se hará cargo de nuestra mesa durante casi toda la comida). Veo que tienen Amstel como cerveza de barril, tanto la normal como la Oro. Me pido una Amstel Oro y le ruego me traiga las cartas para ir viendo cuál va a ser nuestra comida.

La cerveza viene bien fría y acompañada de unas aceitunas con encurtidos, aliñados. 
Veo las cartas y me decido por unos platos no sin antes consultar si es mucha o poca comida. Tienen un menú al mediodía interesante: los platos son los mismos que hay en carta sólo que hay que elegir entre un primero y un segundo (no son platos fuera de carta).

Viendo los platos, el compañero de mesa va a ser un blanco de merseguera: Cent Piques de Fontanars dels Alforins. Un blanco joven del 2016, fresco, con algo de fruta y una excelente acidez. Entra que ni te enteras.

Y vamos a los platos.
Como entrantes nos pedimos un humus de garrofó con miel y hierbabuena. ¡Extraordinario! la hierbabuena le otorga un toque ligero, fresco a este humus que como todo, y especialmente el de garrofó, pecan de muy consistentes y algo pesados. Nos encanta y terminamos comiéndolo a cucharadas.


Andrés acompañará los platos con agua mineral con gas San Pellegrino dejándome sola ante la botella de vino Cent Piques.

Un tartar de atún con chutney de mango. Un plato correcto, de muy buenas proporciones.
El atún bien cortado a dados (a cuchillo) y muy macerado con los demás ingredientes formando un todo.

Sorprendente Gwa Bao de mar: con chipirón, kimchi y berros. Casi siempre lo hemos visto con carne: cerdo, pato, panceta, etc. Nos ha encantado que esté hecho con chipirones. Es un bocado fresco, muy nuestro (excepto el pan...pero se integra bien). Lo que no he notado es el kimchi (lo esperaba picante pero ya se sabe que en esta zona hay que domesticar las especias y los picantes para el gusto del personal). Muy ocurrente y bueno.
Como plato fuerte nos pedimos un secreto de cerdo a la parrilla  con salsa hoisin. Viene con unas patatas en gajos, algunas verduras y unas tiras crujientes de yuca y boniato (creo). Plato contundente que casi nos tumba. El secreto bien dorado por fuera y muy jugoso por dentro.
A estas alturas el apetito hace tiempo que nos ha  abandonado. Pero seguimos con el postre.
Brownie de chocolate con helado de nata: excesivamente dulce para mi tanto el brownie como el helado pero Andrés da buena cuenta del plato y remata la comida con el consabido ristreto.
Yo apuro las ultimas gotas de mi Cent Piques.
Tenemos una charla agradable con los socios y dueños del restaurante, dos jóvenes de Gandía de familia hostelera. Hablamos de platos, de problemas, de arroces, del verano. Buen sitio, si señor.

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