Hoy vamos a uno de los nuevos locales de Valencia. Estamos asistiendo a algo que en Valencia aún no ha calado pero al que asistimos a su despertar: Comer en los excelentes restaurantes de los hoteles Valencianos. Pues ya se está apostando que las cocinas las dirija un buen chef para que sus creaciones atraigan a propios y extraños.
Estamos en el hotel NH Collection Valencia Colón y vamos a su restaurante Sonata 32 para disfrutar de los platos elaborados por la manos de Carlos Monsonis.
Llego la primera y me dejan escoger la mesa. La sala es acogedora, muy buen decorada (nada minimalista), con buenos detalles, contrastes de colores. Trabajo elaborado en exclusiva por el decorador e interiorista Lorenzo Castillo.
Pido una cerveza y me dispongo a esperar.
Rebeca, jefa de sala, nos atenderá durante toda la comida. También estará pendiente de mantener nuestras copas de vino en la justa medida.
Llega Andrés. Ya es conocido en este local por lo que sabe qué vamos a pedir. Nos decantamos por le menú degustación de 5 pases y con dos vinos diferentes: uno blanco (José Pariente del 2018. Un verdejo que siempre nos encanta) uno tinto (Áster del 2014. Un ribera del Duero elegante, carnoso, amable y de permanencia larga y profunda. Delicioso).
El menú lo comenzamos siguiendo con las cervezas (Heineken) que viene con unos cacaos y unos encurtidos caseros.
Nos sirven un pan de masa madre (lo hay de calabaza y normal; nos decantamos por el de calabaza) y con un aceite de oliva virgen extra Canetera de Castellón. Comenzamos muy bien.
Ensaladilla rusa con atún rojo, yema de huevo y aove de canetera (un aceite de Castellón). Plato fresco, delicado. El atún está cremoso y con buen sabor. La ensaladilla es soberbia.
Sinfonía de verduras con foie escabechado. Varias texturas en las verduras y varias formas de elaborarlas lo que hace que cada bocado sea diferente. El foie escabechado es una sorpresa: qué bien le sienta ese ligero escabechado.
Gallo de San Pedro sobre un suquet de mejillones. El pescado está en su punto y el suquet nos lo terminamos a cucharadas.
Como plato de carne nos sirven "el cochinillo y sus manitas". Es una receta de la abuela del chef. El cochinillo tiene la piel super crujiente y la carne muy tierna y sabrosa. La salsa son las manitas deshuesadas y trituradas con almendras y hierbabuena. Casan a la perfección. Plato delicioso. Para mi es un plato imperdible.
Y llegamos a los postres. Nos ponen dos diferentes para que probemos algo más de la carta. Un tocinillo de cielo que lleva una salsa con muy buena acidez lo que convierte este postre en algo tremendamente delicioso (incluso para los no golosos) y "herbes" un plato confeccionado con las distintas hierbas de nuestra zona: tomillo, azahar, etc en forma de helado y salsa. Postre ideal para los no amantes del dulce y los postres habituales. Es sorprendente.
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