Llego la primera y me adentro en un pasillo exótico, lleno de plantas (de plástico pero de apariencia muy conseguida), de frutas, tarros de especias que llegan a un espacio abierto (como una plaza) llena de luz, más plantas, mesas y sillas y tiendas de tela que separan espacios.
Me acompañan a uno de estos espacios, dentro de una tienda, donde hay mesas (pupitres de los antiguos) iluminadas cada una de ellas por una lámpara (las antiguas que se encontraban en bibliotecas) y sillas giratorias de oficina de madera (francamente bonitas).


Cuando llega Andrés revisa las cartas. Encuentra comida del mundo: tacos, nigiris, hamburguesas, tartar, ceviches, poke...


Y vamos a lo importante.

Nigiri de foie y manzana: de todos los platos, el mejor. La mezcla de foie y manzana siempre es un éxito. Es un bocado delicado y sabroso. Nos enamora. Nos traen palillos para este plato.

Tiradito de dorada y cítricos. Dorada bien fileteada y bien marinada en cítricos. Rico tiradito y ganaría si dieran la oportunidad de tomar alguna salsa picante para jugar con sabores.

Como postre pedimos una tarta de chocolate y galleta (típica tarta de cumpleaños para niños de 3 años) muy consistente y densa y (un gran acierto) piña natural. La piña nos ayudará a pasar los bocados de tarta.
Como remate de comida Andrés se pedirá su consabido ristreto. Le acompañaré tomando una copa fantástica de Mcallan.
Es un sitio exótico al que se debe ir para ver algo diferente, sin esperar una gran cocina. Quien atiende las mesas es gente joven, con muchas ganas y poca experiencia pero que lo subsanan todo con buena disposición y amplia sonrisa.
Las reservas sólo se pueden hacer online en www.volteretarestaurante.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario