lunes, 8 de abril de 2024

El Mangranar Crta. Xodos, Km 3,4 Atzeneta del Maestrat (Castellón)




Esta vez es un restaurante que pilla en la zona donde estoy pasando unos días (y si, no es viernes, es sábado pero ¿qué más da?)

Es un hotel rural en medio de la montaña, con muchas rutas de senderismo, silencio, pajaritos y muchos pinos. Vemos buitres volar y hacer círculos utilizando las corrientes de aire y las distintas temperaturas. Vamos, entorno campestre. 

El comedor del restaurante es amplio, mucho, y las mesas están a buena distancia. Tienen horno de leña que es una de las cosas que lo han hecho el restaurante elegido.

Pero vamos a lo importante. Como entrantes pedimos:

Rabas. Correctas, muy crujientes pero con no demasiado sabor

Croquetas de rabo de toro. Bien de sabor pero demasiado espesas.

Cecina y queso en aceite. La cecina estaba deliciosa y el queso tenía muy buen sabor. 

Como platos principales se pidieron:

Rodaballo asado a la leña con acompañamiento de unos pimientos de padrón, una patata asada y media alcachofa. El pescado estaba delicioso y en su punto. La alcachofa asada estaba para chuparse los dedos igual que la patata. Pero al plato le hubiera venido bien ponerle un cuenco con alguna salsa: bearnesa, mayonesa, meri, aceite emulsionado con algunas especias. Hubiera hecho un plato más divertido y completo. Lo hubiera redondeado.


Carrilleras en salsa de vino. Como ves en las fotos, el plato se las traía. La carne muy muy tierna con una salsa que si el plato hubiera sido más comedido, se merecía unos rebañados con un buen pan. 

Toda la comida fue acompañada por un tinto,  Carmelo Rodero del 2022. Un vino correcto que acompaña bien a la comida que vamos a tomar. 

Como postre, no nos resistimos a probar su tarta de queso. La tarta estaba buena, no muy dulce. El problema, para mi, fue la mermelada. Sobraba.

Para rematar la comida unos buenos cafés y carajillos de wiski. 


Pese a lo tradicional, se sale un poco de lo habitual en la zona. El asado a leña da un plus a lo que se cocina y deberían potenciarlo mucho más. Así como ampliar su oferta de vinos. 

domingo, 18 de febrero de 2024

Memoria c/ del Baró de San Petrillo, 6 (Benimaclet, Valencia)

Es la primera reseña que realizo sin mi compañero de mesa durante tantísimos años. Si que hemos escrito reseñas por separado cuando hemos estado de vacaciones. Pero es la primera vez que voy a describir un local de Valencia sin él. Pero me he decidido a mantener esto que hacíamos: descubrir nuevos locales en Valencia y describir nuestra experiencia. Así que de vez en cuando, mantendré vivo este y otros blogs subiendo fotos y comentarios sobre comida, locales y recetas. Así que empiezo.

Esta noche vamos a descubrir un local en pleno barrio de Benimaclet. El local es pequeño pero las mesas guardan unas separaciones muy aceptables.

Desde la pandemia, la gran mayoría de locales tienen la carta en los códigos QR (maldita sea, ya los podían eliminar). Así que nos la descargamos y comenzamos la selección de platos (somos cuatro comensales y, como más nos gusta, vamos a compartir todos los platos).

La carta de vinos si la tienen en papel y hay pocos vinos que nos llamen la atención. Nos decantamos por Maduresa de 2021. Tinto de Terres dels Alforins con un coupage de monastrell, mandó y cariñena. Pedimos que lo enfríen algo más porque lo notamos muy rotundo.

Pero vamos a la comida.

Como entrantes fríos y calientes nos decidimos por:

Unos tacos de costilla hoisin  (muy ricos)

Una causa limeña con langostinos (buena ración y sabrosa)


Lubina marinada con escabeche japonés (le faltaba algo más de cítrico o de picante ¿o de ambos?)



Huevo a baja temperatura con ahumados (pese a lo poco apetitoso visualmente, estaba muy muy bueno. Los ahumados le aportaban un toque de sabor fantástico). Tenemos un cesto con cuatro panecillos tiernos de los que damos buena cuenta tanto con este plato como con el plato siguiente. Ambos se merecían una buena rebañada. 

Secreto ibérico con babaganush y frutos secos (fantástico secreto sobre una berenjena sabrosa y una salsa de frutos secos impecable. Muy buen plato)




Como postre, no nos resistimos a un brownie con helado de vainilla (postre para golosos, golosos. Para nuestro gusto, excesivamente dulce. Pero había que probar algún postre).



Un local con platos divertidos y precio comedido.