

Este viernes vamos a encontrarnos con un local de cocina Colombiana con toques mediterráneos y asiáticos.
Lo encontramos sin dificultad. Es un local pequeño, muy pequeño, con una distribución de mesas muy ajustada. La cocina está abierta por lo que se puede ver a la gente elaborando los platos y montándolos. Hay un menú al mediodía y, como en las cenas, tres menús de distintos precios de 6, 8 y 10 platos. Dado que esta tarde debemos seguir trabajando, nos decidimos por el de 6 platos. Mientras nos hemos decidido hemos tomado una caña con unas aceitunas.
Y vamos a la comida. Como primer entrante viene una croqueta de pollo de corral con curry: deliciosa croqueta líquida de potente sabor. Se come en dos bocados.

El siguiente entrante es un ceviche de quisquilla con guacamole sobre patacón de plátano macho: bocado delicado y sabroso.

Espárrago blanco con velo de papada, mejillones, salsas variadas y yema de huevo. Los mejillones en su punto, muy poco hechos, la papada discreta pero aportando su sabor. Buen y refrescante plato.

Sancocho de merluza con tres tipos de patata diferentes, maíz, aguacate y el caldo resultado de la cabeza y espinas de la merluza. Plato sabroso encontrando toques dulces y picantes lo que lo hacen un plato divertido.

Como casi siempre, hacemos corto con el vino y pedimos una copa de vino tinto: Valtravieso, un Ribera cómodo de tomar. Como no viene a la temperatura deseada, no dudan en abrirnos otra botella para servirnos las copas. Muy buen gesto.

Como plato de carne, cuello de cordero a la cerveza con achiote, pesto y patatas fritas de yuca y queso (suero costeño). Tremendo plato. Carne deliciosa, muy tierna, muy sabrosa que se ensambla perfecto con el pesto y el suero costeño. Plato impecable. Nos han traído pan (hogaza gallega) para que podamos recoger bien los restos del plato.

Como postre nos sirven un mango verde con mango más maduro y chiles dulces, pimienta japonesa y sidra sólida. Postre ácido que termina de limpiar nuestras papilas, agradable y fresco de tomar. Buen postre para rematar esta deliciosa comida. Nos lo sirven junto a una copa de vino dulce, Kracher del 2013. Vino dulce pero no empalagoso, fácil de tomar y que marida muy bien con el postre.
Andrés remata la comida con su consabido café, esta vez un café de colombia mientras remato las últimas gotas del vino Valtravieso. Volvemos a las buenas costumbres.
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